miércoles, mayo 02, 2012

La pesca de salmón en Yemen


Comedia amable, positiva, entretenida, con buenas intenciones. Todo comienza con el descabellado proyecto pergeñado por un rico emir -buen papel de Amr Waked- que pretende llevar nada menos que 10.000 salmones escoceses a una presa yemení para poder así practicar el deporte de la pesca con mosca, del cual es apasionado. Los acontecimientos se desencadenan de tal manera que se unirán los destinos de una asesora financiera -bellísima Emily Blunt- enredada y, por accidente, bloqueada vitalmente, con un militar británico desaparecido en combate en la guerra de Afganistán, y un científico experto en cuestiones ictiográficas y también apasionado de la pesca, atrapado en una vida de funcionario del gobierno británico, confortable, aunque previsible y sosa, interpretado por un correcto y moderado Ewan McGregor. Como secundaria, en un papel cómico al que no nos tiene muy acostumbrados desde la ya lejana Cuatro bodas y un funeral, aunque en este caso le va como anillo al dedo, una hilarante Kristin Scott Thomas.

La fe en levantar proyectos aparentemente imposibles de la nada, la complejidad de la vida y sus extraños caminos que nos llevan caprichosos por donde menos sospechábamos que podríamos transitar: temas principales de esta comedia romántica, muy británica (por lo educado de sus protagonistas), simpática, pero con el puntito justo de ironía y mala uva. Dirigida por Lasse Hallström, con guión de Simon Beaufoy sobre la novela de Paul Torday.

No perder de vista el despiadado tratamiento que se hace de los cargos políticos y sus tejemanejes para conseguir beneficio electoral de casi cualquier acontecimiento. Notable.

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